Querer parar el tiempo y suspirar unos buenos ratos mientras una sonrisa se acomoda entre mis ojos. Reconocer el hecho de que pasaron tantos días desde que te creí vencido, corazón bobo, que te supuse apagado sin ganas de revivir, y ahora venís con estos cuentos locos de una vida de canción, de una alegría notoria e incluso un poco más sobria.
Y pensar que hay veces en que nos mentimos en nuestras propias narices, solo para confirmar que sabemos lo que pasa pero simplemente queremos más. Y pensar, también, que hay veces en que nos mentimos con fuerza y ganas para después entregar nuestro orgullo al mejor postor.
Es una locura cuando el tiempo pasa tan rápido que ni siquiera nos da tiempo para saludar.
martes, 22 de septiembre de 2015
jueves, 19 de diciembre de 2013
Extraño (Nostalgia de Nostalgia)
Qué fuerte es la nostalgia y la melancolía, qué fuerte la
memoria y lo que no quiero pensar. Extraño cuando tenía nostalgia, cuando
añoraba algo que creía ya iba a llegar. Esa sensación de vacío que me llenaba
de fuerza para escribir, esa fuerza que
motivaba a mi espíritu a expresar.
Tengo nostalgia de tener nostalgia, nada me mueve en el
sentido del corazón, ni lo que pasó ni lo que pueda llegar a pasar. Tengo
nostalgia de sentirme vacío y extrañar, de sentarme y largar todas esas
palabras atadas al nudo en la garganta que parecía, en su momento, no se iba a
ir más.
Hoy en día soy un extraño frente a esa nostalgia, extraño
extrañar, me extraño. Te extraño.
martes, 12 de noviembre de 2013
Me digo pelotudo (y tengo razón)
Con intenciones de ir a investigarte, antojado de irte a
recorrer, vuelvo a concentrarme en ese estudio que casi nunca pudo ser estudio.
Mientras las ganas de ir a verte me hacen perder las ganas de todo, hago un
esfuerzo y vuelvo a los planes quinquenales del “loco” Perón. Sí, ese loco de
la guerra que quiso cambiar todo me hace pensar que soy un pelotudo irrelevante
mientras escribo sinsentidos que no valen ni un corazón. Alguna vez supe
escribir cosas profundas que quizás sí lo valían, hoy en día me digo pelotudo y
tengo razón.
martes, 5 de noviembre de 2013
Barajando presentes.
Puede ser que estemos en un momento crucial como sociedades
posmodernas que desconfían hasta de la misma posmodernidad, como seres
pensantes que ya están cansados de no poder pensar lo que quieran en paz. Las
mentiras a las que tenemos que hacerles la vista gorda para no caer en el juego
de que lo efímero nos va a quedar para toda la vida, de que lo que no importa
es lo más esencial, se vuelven cada vez más ambiguas, se vuelven confusas y
tienen cada vez más ganas de
convencernos de que todo puede ser realidad.
La naturaleza ya casi no es parte de nuestra naturaleza,
somos seres más bien grises pavimento, gastados de tanto gastar, fundidos de
tanto apreciar lo artificial. Los pies sobre la tierra y el amor por el aire
puro parecieran ser utopías de otras eras, de otras generaciones a las que les
interesaba mucho menos lo material. El tiempo nos apura a seguir viviendo sin
vida propia, a movilizarnos hacia lo que aparentaría ser la normalidad. Es ese
lugar al que ya nadie quiere apuntar pero todos se movilizan por inercia, hay
bastantes, cada día más, que solo quieren ser únicos pero sin diferenciarse
demasiado de los demás. Quieren ser diferentes pero sin que se note, quieren
mimetizarse desde una supuesta originalidad.
Es complicada la vida, para todos. Para algunos todo es
cuesta arriba, otros tienen siempre viento a favor, pero al final nos damos
cuenta de que los días corren y nunca pasa nada fuera de lo común. O tal vez sí
pasa pero en la vorágine de encontrar algo nuevo que pensar se nos pasan todas
las novedades de largo.
lunes, 20 de mayo de 2013
De sueños y sueño.
Hay momentos, días, etapas e incluso vidas en las que el
sueño nos puede atrapar y sacarnos las ganas de soñar. Podemos estar dormidos
completamente sin nada que nos motive ni nos haga mover de nuestro cómodo
lugar. Tiene sentido y tiene paz esta manera de encarar la existencia, tiene
poca fuerza y poca actividad.
No está mal no tener sueños, tampoco no apuntar a ningún lado en especial. No está mal
querer que la vida te lleve donde sea, como tampoco lo está no querer apostar a
nada. Es una manera de estar tranquilo, es una manera de vivir sin sobresaltos
ni desilusiones. Se puede seguir así, incluso mucha gente ha llegado a vieja
sin tener un solo sueño en toda su vida.
Personalmente creo que los sueños son los que nos hacen aprender,
crecer y evolucionar. Son los que mueven montañas y los que quieren que
aprendamos a volar. O aunque sea a despegar que es lo importante.
martes, 27 de noviembre de 2012
Mientras descansaba.
Mientras soñaba con la paz recostado bajo la tormenta, mientras algunos sueños no me dejaban dormir en paz, conseguí una tranquilidad que podría, al fin, ser un poco más permanente que todas las anteriores. Hay experiencias que existen y van a quedar para siempre en nuestras mochilas, depende de nosotros llevarlas o no en el corazón. Pero debemos seguir adelante frente a todos los vacíos que nos quedan por tapar, esos que pareciera ser que no nos quieren dejar avanzar.Hay que dejarlos atrás, junto a todas esas cargas de nuestras historias como para que puedan volver a su lugar natural.
Mientras las ganas de vivir descansaban plácidamente, mientras las motivaciones fundamentales habían decidido esperar, la realidad se puso de mi lado y me ofreció, generosa, acompañarme en el camino de volverme a acomodar.
jueves, 18 de octubre de 2012
Luces en la oscuridad.
Sistemáticamente erróneo y constantemente con la mirada cansada de tanto perder (o perdida de tanto cansar). Son tiempos y momentos en que en todos los caminos hay paredes y, justamente, son de esas contra las que a la cabeza le gusta tanto golpear. Hay épocas y experiencias que son lo que supieron ser y punto, dudo que se repitan, por lo menos no en esa escala de grises.
Con respecto al sueño y a los sueños, la inercia y la fatiga mueven montañas de muchísima nada, toda junta y apilada sobre las eternas ganas de aprender a volar. Como si fuera mucho lo poco que se hizo hasta ahora se puede llegar a creer que lo vivido fue suficiente. Primero, porque las caídas fueron fuertes y, segundo, porque el cansancio es cada vez mayor. Pero es fundamental insistir en buscar motivaciones plenas y que logren ser constantes, es fundamental para poder sobrevivir, aunque sea por un rato más, a esta existencia plagada de oscuridades y luces.
Es cuestión de despertarnos y ser conscientes de que queremos y podemos más, es cuestión de dejar de frustrarse por cosas que, confiamos, son necesarias para comprender bien lo que va a pasar. Somos cuestiones que piensan, desean y sienten cada día un poco más.
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