lunes, 22 de septiembre de 2008

Sed de hambre de gloria.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Con la cabeza intento manejar que el corazón no sienta mucho. Pero, mientras tanto, con el corazón hago que la cabeza se ponga de la cabeza.

Sentado.

Sentado puedo ver mejor, pero no puedo actuar.
Sentado puedo pensar y sentir, pero nadie me escucha; o casi nadie.
Sentado puedo leer y escribir.
Sentado puedo ver eso que está lejos, pero no lo puedo alcanzar.
Quizá llegue solo.
Cuando comenzás a vivir, comenzás a perder la vida. Pero nuestra tarea es sentir la mayor cantidad de sentimientos mientras podamos, después se va haciendo cada vez más difícil dejarlos salir.
¿Por qué algunos pueden no pasar esas situaciones que todos queremos evitar?
¿Por qué yo quiero estar solo cuando quiero estar acompañado?
No pensar más de lo que nos permite el corazón.
No sentir más de lo que nos permite la cabeza.
No escribir sobre amores, después me arrepiento de lo escrito para después arrepentirme de haberme arrepentido.

martes, 2 de septiembre de 2008

Se es libre al decidir sentirse atrapado por sí mismo.

Mejor.

A veces pasa.
A veces te das cuenta que podés hacer las cosas bien, que sos capaz, inteligente.
Sentís que todo sale bien, que nadie puede superarte.
Sos el mejor, superior.
Cuando de golpe te das la cabeza contra la pared, te vas a dormir y listo.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Un final.

Podría pasar mi vida escribiendo.
Podría seguir así hasta el final.
Un final. Ese instante cuando todo lo que hice pierde todo su valor y mi verdad deja de ser mía.

Esa cornisa.

Esa cornisa por la que a algunos les gusta caminar.
Donde cualquier cosa te puede llevar a cualquier lugar.
Donde una chispa en la cabeza te puede dormir o dejar herido un largo rato.

No sentir.

Existe gente sensible.
Gente que siente tanto que elige no sentir.
Hay que aparentar fortaleza para no dejar ver debilidades.
Hay que tragarnos esas lágrimas o dejarlas en reposo mientras se secan solas.
El corazón es débil, pero la cabeza lo es mucho más.

Mi amigo.

Mi amigo sabe mucho de esas cosas que nadie quiere saber. Intenta borrar de su cabeza cosas imborrables, pero al mismo tiempo innombrables.
Mientras tanto, la culpa crece y el vacío sigue vaciándose.
Yo lo entiendo.

Miedo

Nos basamos en nuestros miedos al elegir. Hay siempre temor a algo peor, hay siempre una posibilidad de fallar.
Somos perfectos, siempre nos equivocamos.
Tantos errores cometimos, tantos, todos. Tantas veces nos tropezamos con las mismas piedras, tantos golpes contra la pared.
Pero insisto con el miedo.
Sin él este mundo sería lo que todos quieren y no buscan. Eso que nunca sucederá, esa libertad de elegir lo que uno quiera.