martes, 13 de octubre de 2009

Fin

Una noche se me cruzaron los sentidos y la vida se iluminó con una suerte de verdad universal. El principio surgió a partir de un fin y la realidad se volvió espectacular, mi cabeza desarrolló su propia cabeza y mi corazón se endureció. Fue un instante en que los deseos de ganar maduraron para ser seguridad de triunfo, mi lado divino se convirtió en Dios y logré entender algo importante sobre mi destino: mis palabras tienen algo que decir.
Lo personal se volvió un desafío a cumplir y mis objetivos se multiplicaron; puede que haya sido por la fuerza que da sentirse seguro, puede que haya sido por lo complicado que fue crecer. Los golpes y el viento en contra pueden ser viento a favor, pueden empujarte a una cima en donde la única opción es seguir subiendo.