Se confunde.

Me dan ganas pero no tengo ganas. Me confunde tanta memoria que olvido, y lo que me acuerdo me motiva a dejar de pensar.
Porque mi cabeza es siempre pensamiento y mi cabeza no es corazón. Porque mi centro se acerca a su objetivo y mi objetivo se confunde entre tanto desear sin saber adónde quiero ir. Siempre está mi alma, siempre quiero sentir; pero no puedo cuando no puedo, no quiero cuando no quiero querer.
Es tan fácil como asumir la derrota, es tan complicado como aprender a ganar.

Brillar.

Brillan los ojos, brilla la vida. Es la sonrisa que traes mientras vienes, es la alegría de traer alegría.
Todo es fuerza para transformar el presente en un lujo, todo es empujar para que esté todo bien.
A veces se puede motivar al día, a veces se puede, siempre y cuando se tenga buena predisposición.

Mejor olvidar.

Mejor olvidar eso que uno no quiere recordar, eso que no sirve traer al presente cuando ya pasó, es pasado, pisado, tragado, digerido.
Mejor olvidar porque la memoria se lastima con tantas penas guardadas, mejor, no sea que llore el corazón mientras disfrutamos un día lindo, no sea que el disfraz se confunda con la cabeza.

Quieto.

Se pregunta lo que no responde nadie, se confunde porque le agrada la confusión.
Es fácil estar perdido sin buscar, es la pereza de elegir. Porque siempre que se camina se hace un camino y cuando no te movés tu espíritu se queda quieto, tu corazón se aburre y tus ganas se empiezan a ir.
Se responde lo que nadie pregunta, fomenta esa fuerza que quiere siempre comodidad.

Sabe que el sueño te mantiene despierto, sabe que el deseo te motiva a seguir. Esa fuerza que sale de lo que uno proyecta, esa energía que solo te puede llevar a más.
Hay lugares, momentos y contextos, hay vidas que se viven tanto como para que en la próxima se pueda descansar.

Mirada perdida.

Mirada perdida con corazón encontrado. Mirada perdida y cabeza también. Mirada perdida que se pierde mientras encuentra miradas.
Mirada perdida que ganó.

Se nubla y se renueva ese alma que salió a pasear y de paso conoció lo que no es alma. Supo confundir realidad con sentimiento, supo saberse inmortal.
Ahora es presente lo que se le presenta a cada instante y es mentira que no exista lo que no existe, porque con tan solo desearlo lo traes, porque con tan solo sentirlo se mezcla con tu sangre y tu Sol.
Esas nubes que lo tapan, esos momentos en los que las horas no dejan de bajar dejandonos una noche que no es mucho más que un día descansando de tanta luz porque siempre es de día para las cabezas despiertas, siempre está, siempre es.

Abrir y cerrar

Abre los ojos, cierra la boca, abre tus oídos y cierra las puertas que dan a los pensamientos de otros.
Abre y cierra tu cabeza, siempre con lógica y coherencia. Abre y cierra tu corazón como para sentir cuando lo sientas correcto y no sentir cuando no haya nada que sentir.
Abre y cierra tu alma, dejala salir un rato a recorrer la vida.

Estructura

Se maneja con paredes y con hermetismo. Se maneja con límites que necesita que estén ahí. Se frena con líneas inexistentes e imaginarias para no tener que decidir y se pierde en esa estructura en la que cree que es inevitable vivir.
Se confunde, somos libres y responsables de nuestros actos.

Espejo.

Donde nadie puede dejar de mirarse, donde nadie quiere ver lo que ahí no se puede ver.
Es el reflejo de lo que querés reflejar, es lo que no podés ocultar. Porque te podés ver pero no te dice quién sos, porque ves tu cara pero no tu mirada. Por eso y la superficialidad es que un espejo no te dice más que lo que vos querés que te diga.

No es tan importante.

Todo se mezcla, todo se confunde en ese vaivén que tiene tu cabeza. Un día está todo claro y al otro la revolución te revoluciona, pero no importan las dudas cuando la certeza te hace recordar que los sueños no dejan de soñarse y que la vida quiere que la vivas bien.
No importa tanto, no es tan importante como el hecho de saber quién sos, qué querés y adónde apuntás.

Temprano

Temprano se ve que es tarde para conseguir esa luz. Temprano te dan ganas de que todo se vaya y vuelva esa paz que nunca existió. Temprano es temprano, pero tarde si tenías que ganar ayer.

Deciden nunca decidir

Porque es fácil ir a lo fácil, porque no siempre tengo ganas de elegir. Algunos son los que eligen ser los que eligen y otros deciden nunca decidir. Ellos, los que no saben lo que es abrir un camino, ellos, los que no conocen el sabor de la decisión. Seguros de que no tienen que estar seguros porque es responsabilidad, confían mucho en otros y nunca en su cabeza.
Será que no quieren ser, será que no pueden apuntar.

Se siente el centro cuando está en el centro, se puede estar tranquilo y ser feliz. Todos van a donde van todos y yo no se dónde estoy cuando no estoy, pero mientras tanto se abren y cierran puertas para que el destino haga su trabajo y que la libertad te encierre en tu esencia pura.
Como estamos acostumbrados a estar acostumbrados todo se convierte en complicado cuando los días dejan de ser todos iguales y la rutina no es más la que decide qué hacer. Por eso y las ganas de vivir la vida es que muchos deciden nunca decidir.

Mucho más y mucho menos.

Muchos días quise decirte eso que te digo mientras me quedo callado. Muchas veces hablé para callar.
Las preguntas responden mientras nadie las responde, las ganas de que todo sea claro y automático me llevan a que siempre insista en insistir.
Escucho lo que quiero, soy mi espalda y mi pecho, soy mi nuca y mi corazón. Soy eso y mucho más, soy eso y mucho menos. Porque al final somos algo ínfimo, no importa lo que pasa y no importa lo que pasó.

Un nadie que quiere su vida.

Siento el Sol en mi cara y me acuerdo que no soy nadie, que a pesar de todo lo que me quiero mi vida solo vale una vida. Que la pura existencia me supera pero igual soy parte de ella, que un perdón vale más que mil palabras y un adiós muchas veces quiere decir hasta luego.
Con tanto universo arriba nuestro, el ahora es un regalo y el mañana un misterio y con tanta verdad escondida en tantos lados, una sonrisa es un placer.

Miro y admiro.

Admiro a mis amigos, a mi papá, a mi mamá, a mis abuelos, a mis tíos, a mis hermanitos.
Admiro a gente que conozco a partir del momento en que los empiezo a conocer, mezclo admiración con aprecio y me interesa aprender.
Los admiro porque me enseñan algo, los admiro porque me hacen entender.

La mentira de verdad.

Las mentiras tapan, cubren, mienten. Llevan la marca de esa suciedad que busca limpiar problemas, traen falsas ilusiones de querer verdad.
Las mentiras ocultan verdades que a la luz del Sol lastiman y a la luz de la Luna pueden hacer llorar.
Yo voy con la verdad de las realidades, manejando un silencio imposible y apuntando a un mundo irreal, porque hay realidades que existen y hay otras que nó, hay mentiras piadosas y hay verdades que pueden llegar a mentir.

El día y el sueño.

Se ve el día cuando todavía es de noche, se siente el Sol aunque no se quiera mostrar.
El día por la madrugada algunas veces anda con cara de dormido y otras con cara de potencia, otras quiere seguir durmiendo y otras solo piensan en volar.
La mente sabe que los minutos no dejan de correr en ese reloj de fantasía, sabe que hay sueños que te quitan el sueño y otros que te hacen querer dormir.

Movete.

Este es nuestro lugar, acá tenemos que sentir. No viene un futuro después del futuro, todo sigue y nada va a frenar su forma de seguir. Porque hay que arrancar a moverse, porque ya estamos en el Cielo y nada puede frenar el motor de los deseos, hay que reaccionar, hay que querer disfrutar.
Hay que empujar y querer avanzar, hay que dejar que el motivo que nos hace esforzarnos sea real. Es la sonrisa y la risa lo que hace saltar de alegría al corazón, es la buena onda, es la sensación de tranquilidad.
Este sueño que soñamos al despertar, esta vida que se puede vivir o se puede pensar. Todo nos lleva a todo, es la energía del destino, es la fuerza de la verdad.
Por suerte mis voluntades se mezclan con mis pocas constancias y este universo me permite aprender.

Estar y no estar.

Esos momentos en los que nada se tiene que hacer más que no hacer nada, esas horas que el tiempo se pierde pero se gana libertad. Hay que valorar el ocio, hay que respetar al alma.
Tenemos minutos, horas y noches y más noches. Tenemos una cabeza que piensa y un corazón que siente y desea, y siempre tenemos ganas de estar y de no estar.
A veces hay que estar ocupado y otras tranquilo, a veces hay que darse cuenta que somos más fuertes que el destino.