Esperanza de aprender

La esperanza es lo último que se pierde porque está encerrada en el corazón. Es imposible perderla a menos que perdamos nuestro centro que es lo que nos mantiene estable dentro de nuestras inestabilidades y lo que nos hace entendernos hasta cuando no hay cabeza capáz de entender. Hay revoluciones internas y batallas personales, hay sensaciones y sentimientos tanto como mentiras y verdades. Conocer ayuda a motivarse y aprender sirve para mejorar, es nuestra vida la que está jugando este partido, es nuestro futuro el que será nuestro presente algún día.

Sentido de la vida y del humor.

El sentido de la vida camina abrazado al sentido del humor, van a la par riendo y sonriendo porque se divierten de lo divertido y se olvidan de aburrir. Es curiosa la manera en que la alegría puede surgir en un segundo a partir de un haz de luz que cruza nuestra mirada e ilumina nuestros ojos, nos conscientizamos de que la vida es corta y hay que disfrutar y decidimos olvidar para dejar espacio a los recuerdos que hacen bien.
Son momentos que deciden cómo serán épocas, son segundos que te hacen evolucionar. La cabeza logra entender que de la mano de la sonrisa vienen más sonrisas y que el espíritu se alegra de vernos bien, aparece la armonía que se necesita para conseguir lo nos proponemos y se empiezan a revolucionar los universos que tenemos a nuestro alrededor. Es el sentido de la vida acompañado del sentido del humor, es la alegría caminando hacia ese destino al que nos quiere llevar nuestro corazón.

Salida

Si se te cierran los caminos es porque se te cerraron los ojos, la salida existe siempre y cuando se quiera salir. Hay una manera de encontrarle la vuelta a la vida, hay forma de aprender a vivir. El tiempo, que sabe más que nadie, nos hace ver que los errores no existen y que lo peor puede llevarnos a lo mejor. Todo depende de nosotros, todo depende de las ganas que tengamos de vivir.

Las caídas se levantan con la frente en alto, se esfuerzan en hacernos entender que, por más abajo que estemos, si tenemos un objetivo podemos ir en contra de cualquier corriente. Hay que ser consistentes en nuestro desear y ser conscientes de nuestros deseos, ya que es eso lo que más da fuerza. También hay que saber olvidar lo que no queremos estar recordando mientras disfrutamos de un dia como cualquier otro, nos ayudará a sentirnos libres. A esto le agregamos humor a gusto de cada uno y conseguiremos una vida con salida al mar, al río o a donde querramos.

Enfermedad.

Hay sentimientos que aparecen adentro nuestro que se posicionan en la boca del estómago, la cabeza y el corazón. Te hacen dudar, querer cambiar el rumbo. Te hacen arrepentir.
Puede ser la culpa, puede ser el miedo, pero lo que es seguro es que hace mal. Es la vida lo que nos empuja y son las ganas de disfrutar lo que nos hace disfrutar, así que a esa enfermedad que aparece hay que curarla con la fuerza que da el insistir en lo que creemos. Es ahí cuando nuestro centro se hace cargo de todo y nuestro espíritu acepta salir. Es ahí el momento en que esos sentimientos se vuelven tan irrelevantes que desaparecen solos.

Conscientes

Levantar la cabeza, pisar fuerte. Mirar para adelante y seguir; esta vida es nuestra y el destino nos está llamando. Quiere que estemos atentos a cada señal, quiere que seamos conscientes de que siempre todo tiene un final, nada es eterno salvo la energía.
Afrontar el futuro con una sonrisa, con fuerza y ganas de triunfar. Hay un camino que nos guía mientras nuestros pies lo van creando, es confuso pero si nos conocemos a nosotros mismos todo se equilibra. Para lograrlo hay que adentrarse en nuestra cabeza y entender el por qué de cada qué y el sentido de nuestras intenciones. Es importante saber qué siente el corazón también, así podremos amar y vivir en libertad.

Deseo y necesidad.

La desesperación puede esperar por mucho tiempo, los deseos de necesitar algo nó. Eso se te nota en la cara, eso se siente en la mirada tanto como en la voz. Hay una energía que supera todo, que asegura un camino y pisa fuerte. Es una sensación de poder, de confiar en tu suerte y transformarla en fé.
Es complicado, es cierto. Es cuestión de estar seguro, convencido de la fuerza que tiene nuestro motor. Desear sin necesitar, asi se consigue cualquier cosa que podamos imaginar