lunes, 9 de julio de 2007

Al comienzo no eres nadie, admiras a alguien y deseas ser como él. Cuando ya lo sos, buscas ser mejor. Cuando lo logras, quieres ser el mejor.
Cuando lo eres, intentas ser único.
Siempre lo fuiste, y siempre lo serás.

miércoles, 4 de julio de 2007

Siguiendo para adelante, remolcando a los remolcables, y desechando a los desechables, alcanzaremos la meta de no necesitar cerraduras en las puertas, seguros en los autos y podremos hacer lo que más nos divierta. Y al momento de elegir el camino a seguir, miremos las cosas que se pueden hacer sabiendo que lo que uno está haciendo es lo que mejor hace, y lo que más quiere hacer.
Mejor salgamos de esta cueva, este inmundo mundo cerrado, contaminado y minado. Rompamos las paredes dibujadas por nuestros abuelos, alteremos el orden natural de las cosas artificiales, perduremos en la memoria de nuestros hijos, nietos y sobrinos. Mostremos como somos en el mundo exterior, ese mundo libre y con aroma a risa.
La lluvia es insoportablemente hermosa. Son perfectas las gotas cuando las siento en mi pelo, en mis manos, incluso en mi nariz. Es magnífico observar las gotas caer sobre un charco, brindan un espectáculo natural y mojado, como te quedan las zapallitas después de pisar ese profundo charco y los pantalones por el maldito bastardo que decidió pasar cerca mío con su rústico autito del año anterior a que inventaran los autos y me salpicó hasta la médula espinal.
Menos que menos es lo que menos queremos. Buscamos llegar más lejos que lo que vemos, porque lo que se ve está rancio, arruinado. Se siente el olor a libertad, y si la queremos es nuestra, debemos respirar profundo y volar para lograr que nuestros deseos se cumplan.
Creo que llegamos al punto en que el que no tiene verguenza debería tenerla. Es tan triste que se imponga la timidez, que no este bien visto por nuestra cabeza mostrarnos como somos.
Ya no se entiende a que se dirige la humanidad, al aburrimiento absoluto, a la autorepresión mental incorporada a los genes, al castigo a la autenticidad y a la libertad de expresión de expresar lo que uno sienta que tiene que expresar.
Como se puede hablar mal de algo se puede hablar bien. Sabiendo lo que es sentir culpa, nadie busca ser culpable, todos somos inocentes. Aunque los mayores digan lo que quieran decir sobre lo que quieran hablar cuando pretendan culparnos de lo que no queremos ser culpados nunca. Eso de que no se puede ser feliz sin ser infeliz, eso de que reirse de pavadas, sean pavadas