viernes, 18 de enero de 2008

Freno

Llega un punto en la vida, en la que uno se replantea su filosofía de vida. Empieza a dudar de si la sonrisa que uno ofrece constantemente a la vida servirá o le seguirá brindando esos problemas y problemas que se le cruzan en el camino en forma periódica.
Uno siente que lo positivo que le brinda al cosmos está siendo tirado a un tacho de basura, y llegando a la situación en la que lo que uno consideraba útil cuando se lo regaló a la humanidad está trayendo más y más situaciones completamente perjudiciales para la salud mental. Se quiere dejar de seguir intentando que el mundo deje de ser tan imperfecta, para seguir siendolo en la perfecta perfección.
Pero ahí, en ese punta en la vida, yo decido sonreir, porque las flores son hermosas.

Ella

Es tan linda, tan hermosa, bella y linda.
Me quedaría horas viendola dormir, esté yo dormido o despierto.
Me alegra, me hace sonreir solo recordarla, y eso que la veo mucho tiempo al día.
La extraño cuando estoy sin ella, hayan pasado segundos de la última vez que la vi.
Es impresionante la manera en que me puede cambiar de negativo a positivo un día, una vida.
Quererla es tan fácil.
Tan perfecta, siempre.

jueves, 17 de enero de 2008

Cuando encuentres la verdadera pasión que te mueve desde los pelos a los pies, ese será el momento en que te darás cuenta que la vida no era nada hasta ese momento, y si no haces lo que pide, quiere, busca y hasta piensa el corazón, nunca lograrás tener esa sonrisa que tanto buscas.

La Soledad

Me pongo a pensar, dejo de pensar, pienso en pensamientos, odio al amor de mi vida al mismo tiempo que la amo y no me animo a decirselo.
Me doy cuenta de todas mis fallas; jamás, lo prometo, me pondré a analizar mis virtudes. Ellas están, si quieren estar, sino, a dormir.
Estoy solo, estoy acompañado de todos mis yos, me peleo conmigo, me contradigo y olvido lo que reflexioné recién. No me molesta, seguro que no era nada importante.
¿Me gusta estar solo?
Sí, se que sí, pero extraño la soledad acompañada de mi chica.
Quiero irme a dormir, cerrar los ojos con la cabeza vacía, y despertarme mañana sin haber soñado nada.
¿Quiero estar acá?
Sí, mas vale, pero no tan acá, sino quizá un poco mas allá.
Se que no existe nada más puro que la soledad, y hay que darle el valor importante que merece.