Hay meses, años y tiempos de pureza. Son días en los que todo lo que hacemos es real, verdadero y sincero, incluso cuando creamos historias de ficción. Es la magia de los sentimientos aplicada a nuestra expresión mejor sumada a la experiencia que venimos guardando en nuestra memoria para desarrollar todo nuestro potencial creador.
También, afortunada y desafortunadamente, hay segundos que te marcan horas, días, meses y años así que cualquier misterio que se nos cruza nos puede cambiar la existencia misma y toda nuestra entera producción creativa.