lunes, 4 de agosto de 2008

La caída.

Alguna vez confié en que el amor nos salvaría.
¡Qué ingenuo! Por lo menos yo no me salvo de nada.
Si encuentro el camino seré lo suficientemente egoísta como para recorrerlo solo.
Si descubro el destino, haré lo imposible por modificarlo.
Si intento volar, volaré, pero siempre voy a terminar cayendo; y cuanto más alto llegue, más me va a doler la caída.

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