Crecimos viendo un mundo de caramelo, un universo de golosinas, con infinitas tentaciones, infinitas.
Necesitamos volver a creer en que podemos volar, sentirnos invenciblas y vivir como inmortal.
Nos faltan golpes y levantadas antes que nos golpeemos y levantemos.
Necesitamos liberar nuestra mente, nuestros deseos y, mas que nada, liberar nuestras libertades, que son infinitas, y , por supuesto, mas de una, malditas.