viernes, 18 de enero de 2008

Freno

Llega un punto en la vida, en la que uno se replantea su filosofía de vida. Empieza a dudar de si la sonrisa que uno ofrece constantemente a la vida servirá o le seguirá brindando esos problemas y problemas que se le cruzan en el camino en forma periódica.
Uno siente que lo positivo que le brinda al cosmos está siendo tirado a un tacho de basura, y llegando a la situación en la que lo que uno consideraba útil cuando se lo regaló a la humanidad está trayendo más y más situaciones completamente perjudiciales para la salud mental. Se quiere dejar de seguir intentando que el mundo deje de ser tan imperfecta, para seguir siendolo en la perfecta perfección.
Pero ahí, en ese punta en la vida, yo decido sonreir, porque las flores son hermosas.

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