El sueño imposible

Mientras todos dormían él observaba la eterna lucha entre su cabeza y su corazón. No aceptaba la noche pero el día lo hacía esperar, entonces se veía en la complicada situación de rogar por descansar de esa tortura en la que se había vuelto su vida. Nada le alcanzaba, nada le servía. No pretendía llegar a nada mientras llegaba a tanto. No quería no querer pero a veces los corazones quieren algo y las cabezas solo piensan en más.