Todo se mezcla en ese ambiente confuso, todo se confunde en ese mundo de posición. Cansa tanta estructura que no sostiene nada, produce dudas y ganas de empezar a empezar.
El día a día pasa todo el tiempo a pesar de esos segundos que se nos hacen una eternidad, esos momentos en los que todo frena su curso para mirar nuestro accionar. Es porque siempre somos centro y periferia, es porque podemos ser sueños al despertar.
Mi cabeza no es tu cabeza pero mi corazón es tu corazón.
jueves, 21 de mayo de 2009
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