Me enseñaron a vivir mientras vivía, me enseñaron a aprender y aprendí.
Aprendí que un segundo dura mucho más que un segundo, aprendí que repetir no siempre es reiterar. Pude comprender que tenemos una cabeza a la cual entender, pude saber cuál es mi huella y qué aroma tiene mi destino. Tantas vidas que se viven y tanto tiempo que nunca se va, es por esto que mi vida tiene su propia vida, es por esto que insisto tanto en seguir.
miércoles, 15 de julio de 2009
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