martes, 21 de julio de 2009

Revoluciones confusas

Las revoluciones aminoran su marcha cuando dejamos que la cabeza deje de estar preocupada y atareada. Lo que nos ocupa tiempo nos ocupa vida y lo que nos ocupa vida nos ocupa corazón; tal vez sea por esto que es complicado decir las cosa de frente, tal vez sea por esto que las palabras salen más fácilmente con el alcohol. Son verdades ebrias, mentiras borrachas. Son sangre y lágrimas pero también luz (oscura pero luz al fin) y verdad.
Los nervios no se calman con nervios y la tranquilidad está quieta y esperándonos, está a la vuelta de una esquina confusa, cerca de la paz y de la espiritualidad. Es como si nuestra cabeza comandara un ejército de salvajes y el corazón siempre lo intentara frenar, es como cuando despertamos de tanto soñar despiertos y solo pensamos en volver a dormir.

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