Hay sentimientos que aparecen adentro nuestro que se posicionan en la boca del estómago, la cabeza y el corazón. Te hacen dudar, querer cambiar el rumbo. Te hacen arrepentir.
Puede ser la culpa, puede ser el miedo, pero lo que es seguro es que hace mal. Es la vida lo que nos empuja y son las ganas de disfrutar lo que nos hace disfrutar, así que a esa enfermedad que aparece hay que curarla con la fuerza que da el insistir en lo que creemos. Es ahí cuando nuestro centro se hace cargo de todo y nuestro espíritu acepta salir. Es ahí el momento en que esos sentimientos se vuelven tan irrelevantes que desaparecen solos.
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2 comentarios:
Me encantó, Ricardo, lo que escribiste. Justo hoy, en sintonía, escribí algo sobre el sentirse liviano para que se pueda expresar todo eso que llevamos dentro.
Muy bueno tu blog, lo visitaré más seguido. Consulta: ¿por qué no le agregás la opción de seguirte, hacerse "seguidor" del blog?
ABrazo!
Ya fue agregada esa opción. Gracias Maxi por el comentario.
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