jueves, 5 de noviembre de 2009

El Destino

El destino habla, da señales y hay que saber percibirlas. Todo el día, todo el tiempo nos mantiene informados; todo el día, todo el tiempo nos puede hacer sonreir. Hay que entender que no existen las casualidades, todo es causalidad, y que no existe el azar, todo es energía.
En cualquier detalle se ve el toque mágico que busca transmitir nuestro destino, nos avisa y pretende que seamos fieles a nuestro corazón. De esta manera se crea un camino derecho a nuestro alma y así podemos comprender cuál es nuestra verdad, esa que el futuro, el pasado y el presente exponen en cada una de las sensaciones que surgen de nuestro interior.
Intuición, seguridad, confianza. Magia, espíritu y verdad.

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